La capilaroscopía periungueal es un procedimiento no invasivo, rápido y de bajo costo. Se utiliza para el diagnóstico del fenómeno de Raynaud primario o secundario y puede utilizarse para diagnosticar esclerosis sistémica y otras enfermedades del tejido conectivo. 

Esta prueba presta gran utilidad, ya que es capaz de mostrar alteraciones de forma temprana en el curso evolutivo de la enfermedad, controlar la actividad de la enfermedad y ayudar incluso a predecir complicaciones específicas como enfermedad pulmonar intersticial y úlceras digitales. 

Desde el año 2013, los criterios de clasificación ACR/EULAR incluyen la capilaroscopia periungueal como un criterio importante en la detección de esclerodermia muy precoz

¿Qué es la capilaroscopía periungueal?

Capilares periungueales, se observa la forma en “horquilla” (Foto Dra.Jeria)

La capilaroscopía periungueal es un procedimiento no invasivo que permite visualizar los capilares del lecho ungueal.

Los capilares son los vasos sanguíneos más pequeños existentes en el cuerpo, y permiten el paso de un solo glóbulo rojo a la vez, éstos ayudan al cuerpo a eliminar sustancias no esenciales del metabolismo celular. Los capilares que están en la piel distribuyen la sangre desde las arteriolas hasta la superficie de la piel, y desde la piel al plexo venoso.

Las paredes de los capilares son completamente transparentes, lo que favorece la visualización de la columna de glóbulos rojos, y de esta forma se puede observar la estructura de los capilares, que adoptan una forma de U, como una horquilla.  Esta observación ha permitido identificar anormalidades en la estructura del capilar lo que posibilita distinguir ciertas enfermedades con afectación en la microcirculación. 

Historia de la capilaroscopía 

La capilaroscopía puede ayudar a diagnosticar, predecir e incluso monitorizar la enfermedad, simplemente observando los capilares del lecho ungueal de una persona.

Observar el lecho ungueal fue una idea que comenzó su desarrollo con investigadores como Maurice Raynaud, que relacionaron directamente ciertas enfermedades con los hallazgos observados en los capilares del lecho ungueal de sus pacientes, a finales del siglo XIX. Afortunadamente, cada vez es más fácil observar estas alteraciones, gracias a los dispositivos digitales basados en imágenes que existen en la actualidad (capilaroscopios o microscopios para la observación de los capilares).

¿Cómo se hace una capilaroscopía?

Primero es necesario adquirir una imagen y luego interpretar los hallazgos de ésta.

La prueba se realiza analizando los dedos 2° al 5° de ambas manos (Foto Dra. Jeria)

El examen debe realizarse en un ambiente cálido y advertir con anticipación que el paciente debe evitar el consumo de cafeína, fumar antes del procedimiento o usar algún fármaco que produzca  vasoconstricción periférica, todo esto, antes del examen. Además de no manipular las cutículas desde 2 semanas antes de la realización de la prueba.

Se aplica un aceite de inmersión al lecho ungueal del paciente para reducir el reflejo de la fuente de luz que está utilizando en el capilaroscopio y se adquieren las imágenes, desde el dedo 2 al dedo 5 de ambas manos. El dedo pulgar se omite por el mayor traumatismo que naturalmente presenta, al formar parte de la pinza manual.  

¿Qué se busca en la capilaroscopía?

Durante la realización de la capilaroscopía, tu reumatóloga examinará los cambios funcionales y morfológicos en los capilares, observará la densidad, el tamaño, la forma, la distribución, y la presencia de hemorragias. 

Hay que tener en cuenta que los capilares sanos van paralelos a la piel, con una forma similar a una horquilla, sin hemorragias ni ramificaciones y en la prueba se identifica cualquier diámetro del capilar anormalmente grande, presencia de tortuosidad o ramificaciones  o disminución de la densidad capilar. La identificación de microhemorragias ha sido la herramienta de diagnóstico para la esclerosis sistémica, especialmente si también se encuentran mega-capilares.

¿Qué problemas reumatológicos puede evaluar la capilaroscopía?

Las enfermedades reumáticas pueden presentar daño vascular, incluso antes de que aparezca cualquier síntoma clínico. En el caso de las personas a las que se les ha diagnosticado una enfermedad sistémica, los capilares pueden indicar si es que existe progresión de la enfermedad (como por ejemplo la afectación de órganos), en función de la cantidad de capilares dañados que se presenten.

Estas son algunas de las enfermedades reumatológicas y autoinmunes en las que la capilaroscopía es de utilidad:

Fenómeno de Raynaud

La principal indicación para realizar una capilaroscopia es el fenómeno de Raynaud. Este síndrome puede ser primario o benigno, y en él no hay ninguna enfermedad subyacente y los vasos tendrán un aspecto normal. Por otro lado, existe el fenómeno de Raynaud secundario, el cual se asocia a patologías autoinmune sistémicas y presentar daños vasculares estructurales que se observan con la capilaroscopia. La capilaroscopia puede ayudar a diagnosticar una enfermedad sistémica temprana.

Por ello es importante que, tras identificar el fenómeno de Raynaud, el médico determine si el paciente tiene una enfermedad primaria o secundaria.

Esclerosis sistémica

La esclerosis sistémica o esclerodermia, es la enfermedad del tejido conectivo que más frecuentemente se asocia al fenómeno de Raynaud. Las alteraciones capilares del lecho ungueal se incorporaron los criterios de clasificación de esclerosis sistémica del Colegio Americano de Reumatología (ACR) y de la Liga Europea contra el Reumatismo (EULAR) en 2013. La capilaroscopía puede mostrar cambios en los vasos sanguíneos a veces incluso antes de que la sangre muestre autoanticuerpos específicos. Las alteraciones vasculares, que la capilaroscopía puede identificar , son los síntomas iniciales más comunes de la esclerosis sistémica. El diagnóstico precoz de la esclerosis sistémica permite iniciar un tratamiento médico oportuno.

Dermatomiositis y polimiositis

La dermatomiositis y el síndrome antisintetasa son trastornos del tejido conectivo que afectan a los músculos y la piel. 

Megacapilares y neoangiogénesis en paciente con dermatomiositis (Foto Dra. Jeria)

En los pacientes con dermatomiositis, la capilaroscopia puede mostrar megacapilares y neoangiogénesis . La polimiositis es otro trastorno del espectro de la esclerodermia para el cual la capilaroscopia es útil, con relación al diagnóstico y al seguimiento. A diferencia de la dermatomiositis, los pacientes con polimiositis rara vez presentan anomalías capilares. La capilaroscopia puede servir para diferenciar si el paciente tiene una u otra enfermedad.

Enfermedad mixta del tejido conectivo

Los síntomas de la enfermedad mixta del tejido conectivo incluyen los encontrados en la esclerosis sistémica, la dermatomiositis, el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide. Aunque la capilaroscopia también se utiliza para buscar anomalías capilares, el grado de afectación capilar puede variar mucho según el paciente. Sin embargo, si una persona tiene una enfermedad mixta del tejido conectivo y los capilares del lecho ungueal presentan una apariencia similar a la que tendrían en caso de esclerodermia, el paciente tiene una alta probabilidad de tener también una enfermedad pulmonar intersticial.

Indicaciones para la capilaroscopía

Las principales indicaciones de la capilaroscopía son:

• Fenómeno de Raynaud: para establecer un diagnóstico que diferencie una enfermedad primaria de una secundaria
• Esclerosis sistémica: para evaluar los distintos estadios en los que se encuentra la enfermedad ( precoz, activo o tardío)
• Dermatomiositis: para evaluar  respuesta al tratamiento
• Polimiositis y dermatomiositis: para establecer un diagnóstico diferencial entre ambas enfermedades
• Enfermedad pulmonar intersticial: para establecer una sospecha clínica de enfermedad en pacientes con enfermedad mixta del tejido conectivo, esclero-miositis o colangitis biliar primaria

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Nos vemos en otra publicación de “Mi reumatóloga”