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Edulcorantes ¿Son buenos o malos para la salud? – Guía de la OMS 2023

A mediados de mayo de este año, la OMS publicó sus directrices sobre el uso de edulcorantes, de inmediato se armó una gran polémica en medios de comunicación y redes sociales y prácticamente todos los influencers referentes en nutrición abordaron el tema, fue una buena oportunidad para concientizarnos de su uso. 

Sin rodeos, podemos considerar que algunos edulcorantes, así como cualquier herramienta creada por la humanidad, pueden ser útiles cuando son bien utilizados y dañinas cuando no, lo importante es entender la diferencia entre su uso racional y un uso excesivo o en un contexto poco saludable.

Y no me malinterpreten… no es que quiera hacer de abogado de estos sustitutos del azúcar, pero hay que matizar y entender que si queremos reducir el daño, sobre todo en personas con trastornos del metabolismo energético como en la obesidad, resistencia a la insulina, prediabetes, diabetes, higado graso y SOP entre otras, en algunas ocasiones convendrá más! consumir algún alimento con edulcorante en vez de azúcar.  

Me había desconectado durante bastante tiempo de las redes sociales, pero me motivé a volver, sobre todo porque me sorprendió en mi propia consulta  médica, el efecto que puede tener una información como estas directrices cuando es mal interpretada.

 

Ya he visto a 6 pacientes en la consulta con obesidad, resistencia a la insulina e incluso diabetes que luego enterarse las declaraciones de la OMS, volvieron a consumir azúcar después de haberla reemplazado por edulcorantes, y esto me parece un error tremendo!!.

 

 

Analicemos las nuevas directrices sobre el consumo de edulcorantes de la Organización Mundial de la Salud

…y luego, en otro post de este blog, les comentaré sobre otra guía que muchos de ustedes seguro no conocen, las directrices de la OMS sobre el azúcar y que, desde mi perspectiva, es mucho más importante que la guía recientemente publicada.

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Este nuevo documento de la OMS (<– Click para ver guía completa), se trata de una guía, de una serie de 5 nuevos documentos que buscan complementar las ya publicadas el 2015 sobre el consumo de azúcar, (que dudo mucho haya causado tanto revuelo como la de los edulcorantes) y el 2012 sobre el consumo de sodio y potasio.

Las otras 3 nuevas guías que ya se publicaron en julio de este año 2023 abordan el consumo de carbohidratos y grasas, específicamente ácidos grasos trans y grasas saturadas y ácidos grasos poliinsaturados. 

Juntas… estas directrices pretenden sentar las bases para orientar a toda la humanidad de tomar decisiones nutricionales basadas en la evidencia científica más reciente y  cuyo objetivo es establecer hábitos alimentarios saludables para toda la vida y disminuir el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles en todo el mundo.

 

Ahora enfoquémonos en los edulcorantes

La guía se refiere a todos los edulcorantes no nutritivos sintéticos y naturales o modificados que no están clasificados como azúcares, en esta lista se incluyen acesulfamo K, aspartamo, advantamo, ciclamatos, neotamo, sacarina, sucralosa, stevia y derivados de stevia. 

Debido a que los azúcares bajos en calorías y polioles o polialcoholes (como el maltitol (que yo llamo Malditol por ser el menos recomendable), xylitol y eritritol) son derivados del azúcar y contienen calorías, la recomendación no aplica a estos edulcorantes, lo que no quiere decir que sean inocuos. 

En resumen la OMS “sugiere” que los edulcorantes no se deben utilizar como herramienta para lograr el control del peso o reducir el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles (y califica esta recomendación como “CONDICIONAL”).

¿Qué significa que esta sea una RECOMENDACIÓN “CONDICIONAL”?

Las recomendaciones condicionales son aquellas de las cuales la OMS no esta tan segura de que los beneficios de implementar la recomendación superen los perjuicios de no hacerlo o cuando los beneficios esperables son muy pequeños. 

Por lo tanto, dicen que es posible que se requiera una discusión sustantiva entre los encargados de tomar decisiones en salud antes de que se pueda adoptar una recomendación condicional de la OMS como una política sanitaria.

Esta recomendación, de no usar edulcorantes como estrategia para la pérdida de peso, se basa en los resultados de una revisión sistemática de la evidencia disponible hasta la fecha, mayo 2023, que sugiere que el uso de edulcorantes no confiere ningún beneficio a largo plazo en la reducción de la grasa corporal tanto en adultos o niños. 

Los resultados de la revisión también sugieren que puede haber posibles perjuicios de su uso a largo plazo, como un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos.

Es importante tener en cuenta que esto no significa que haya una relación causal entre el consumo de edulcorantes y la diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares, sino más bien que hay simplemente una asociación entre ambas.

¿Porque ocurre esto?

Una explicación coherente es que el consumo de edulcorantes debería ser mayor en personas con diabetes tipo 2 que intentan evitar el daño que producen las hiperglucemias tras el consumo de azúcar. 

De hecho una indicación médica fundamental para mejorar el control de las glucemias es que las personas con diabetes deben dejar de consumir alimentos con azúcar. 

Y como sabemos, el riesgo de enfermedades cardiovasculares como infarto cardiaco o accidente vascular encefálico es muy elevado en personas con diabetes.

Pero como el azúcar no es la única fuente de carbohidratos que aumentarán la glicemia, incluso no consumiéndola y reemplazándola por edulcorantes, una persona con diabetes podría tener sus glicemias fuera del rango objetivo que le permita protegerse del daño crónico a nivel renal, ocular, neurológico y cardiovascular asociado a una diabetes mal controlada 

Entonces, debido a que el vínculo observado en la evidencia entre los edulcorantes y los resultados en enfermedades, podría confundirse por las características basales de los participantes en los estudios analizados y los complicados patrones de uso de estos edulcorantes, la recomendación se ha definido como “CONDICIONAL”.

Cáncer de vejiga y edulcorantes

Otro punto importante es que se asoció el uso de sacarina, un edulcorante que usan mucho en España, con un mayor riesgo de cáncer de vejiga según lo observado en estudios de casos y controles (pero la evidencia de este tipo de estudios tiene una potencia de certeza relativamente baja si los comparamos con los estudios prospectivos de intervención como los randomizados doble ciego).

¿Para quiénes están destinadas las recomendaciones de esta guía?

Es importante destacar que la OMS sistematiza la recomendación de abandonar los edulcorantes para toda la población, excepto para las personas con diabetes.

¿Todos los edulcorantes suponen el mismo riesgo para la salud?

La recomendación en esta guía se hizo en base a la evidencia que sugiere que puede haber efectos en la salud asociados con el uso edulcorantes independiente de cuál se esté usando, es decir, agruparon a todos  los edulcorantes como una clase de compuestos, a pesar de que tienen diferentes estructuras químicas, y que pueden tener diferentes impactos en la salud.

Tanto así, que la OMS reconoce que los edulcorantes no son una clase homogénea de compuestos, que cada uno tiene una estructura química única, con lo cual tienen diferentes intensidades de dulzura y propiedades organolépticas y que son procesados o metabolizados  de manera diferente por el cuerpo.

Pero de cierta manera se cubren las espaldas diciendo que no hay evidencia suficiente de las diferencias de sus efectos en humanos como para recomendar uno sobre otro.

¿Y el azúcar?

Y al final del documento nos hablan de lo que, a mi parecer, realmente debería ser el foco de discusión… y es que deben implementarse estrategias que nos permitan reducir el consumo de “azúcar libre” para lograr y mantener una dieta saludable.

Pero hablan del azúcar libre como si fuera del único tipo de azúcar del que habría que preocuparse, con lo cual discrepo. Recuerda que en otro post hablaremos de la guía de la OMS sobre el consumo de azúcar.

Por si no lo sabes… los azúcares libres incluyen los monosacáridos (glucosa, galactosa, fructosa) y los disacáridos (lactosa, sacarosa, maltosa, etc.) añadidos a los alimentos y las bebidas por el fabricante, el cocinero o el consumidor, además incluye los  azúcares naturalmente presentes en la miel, los jarabes, los jugos de frutas y los concentrados de jugos de frutas.

Es decir, se refiere al azúcar granulada blanca, rubia, morena, chancaca o panela (da lo mismo el color y su grado de refinamiento),  junto a toda el azúcar que contienen los líquidos incluidos los jugos naturales. 

 

Si el azúcar es dañina ¿será suficiente con reemplazarla por educorantes?

 

Si hay un párrafo que rescatar de este documento, es casi el último, que habla de la calidad de la alimentación y dice que debido a que los azúcares libres a menudo se encuentran en alimentos y bebidas ultraprocesados con perfiles nutricionales indeseables, simplemente reemplazar los azúcares libres por edulcorantes no transforma los alimentos ultraprocesados en opciones saludables por lo que si seguimos consumiendo este tipo de alimentos la calidad general de la dieta no mejorará. 

Con esto estoy plenamente de acuerdo, quitar el azúcar libre de la dieta no es suficiente!  

Lo mínimo! que tenemos que hacer, es basar nuestra dieta en alimentos naturales.

Ahora les contaré que es lo que pienso de los edulcorantes

Si bien los edulcorantes son una herramienta que nos permite reducir el daño que produce el azúcar, no considero que los edulcorantes sean inocuos para todas las personas, principalmente por 2 razones. 

– El dulzor activa los centros del placer

El sabor dulce de los alimentos que contienen edulcorantes activará los centros  del placer relacionados con el dulzor pudiendo dificultar la consolidación de cambios de hábitos hacia aquellos más saludables, y en personas con cierto grado de adicción al dulzor (no solo adición al azúcar), pueden ser un trigger o gatillante para perpetuar conductas alimenticias dañinas, como los atracones o comer sin hambre. Recordar que cualquier conducta que produzca placer tiene el potencial de ser adictiva y lo será en personas susceptibles.

 

Lógicamente esta “adicción” no se da en todas las personas, y por eso, dada la información científica con que contamos hasta la fecha, no tengo una postura radical de abandonar totalmente el uso de edulcorantes, como si la tendría frente al consumo del tabaco por ejemplo. 

Habrá personas que no tendrán ningún problema con comerse un postre endulzado con edulcorantes de vez en cuando y luego seguir con su alimentación saludable como siempre. 

Por eso es importante que si uno autoreconoce esta dificultad para lidiar con lo dulce, sería bueno reducir el dulzor en la dieta, pero además darle una calidad nutricional mucho mayor a nuestra alimentación, porque cuando se está bien nutrido o nutrida, el cerebro deja de enviar señales orexigénas (de hambre) y la ansiedad por lo dulce disminuye considerablemente. 

– Los edulcorantes modifican la flora intestinal

Otro contra de los edulcorantes es su capacidad de interferir con la flora intestinal, que como ya sabemos, es fundamental en nuestra salud metabólica, neurológica e inmunológica.

Pero aquí hay que ser claro, todo afecta la flora intestinal!!!, incluso los alimentos naturales!!!.

Entonces como aún no sabemos cual es la influencia de cada edulcorante sobre la microbiota intestinal y si esta influencia es definitivamente negativa, la única recomendación que podría dar, es que a la hora de elegir entre usar o no edulcorantes, sería mejor no usarlos o usar la mínima cantidad y con la mínima frecuencia posible.

Dicho esto, considero que si uno hace un uso racional de los edulcorantes y se practica una alimentación nutritiva basada en alimentos naturales como parte de un estilo de vida, ojalá acompañado de ejercicio de fuerza que nos permita consolidar una óptima salud metabólica, el uso ocasional de edulcorantes no debería suponer un problema de salud relevante. 

Antes de terminar me gustaría invitarte a comentar ¿qué edulcorante usas, cuáles has probado y no te han gustado y porqué elegiste los que usas?. 

Finalmente… me gustaría aclarar, sobre todo por lo que me ha ocurrido en la consulta de ver pacientes que vuelven a usar  azúcar después de haberla dejado, que entre utilizar azúcar o edulcorantes, el azúcar la mayor parte de las veces será una peor elección!

 

Muchas gracias por llegar hasta acá, coméntanos

¿que te ha parecido este artículo?, o

si ¿hay algún tema especial sobre el que quisieras que profundizáramos en este blog?

 

Nos vemos en otro post del Endocrino!