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Osteoartritis o Artrosis – ¿Qué es? , síntomas y diagnóstico

INTRODUCCIÓN

La osteoartritis (OA) ó artrosis es la enfermedad musculoesquelética más común en la población.

Afecta, normalmente a las articulaciones de las manos, columna vertebral, caderas, rodillas y articulaciones de los pies.

Toda la articulación se puede afectar, incluído el cartílago, hueso subcondral,  membrana sinovial y las estructuras de tejido blando, como ligamentos, músculos y meniscos.

La OA se caracteriza por un proceso activo y complejo en el que intervienen factores inflamatorios, mecánicos y metabólicos, que finalmente conducen a la destrucción estructural y al fracaso de la articulación.

Debido al envejecimiento de la población , la obesidad y el sedentarismo, se duplicará el número de personas con artrosis en la próxima década.

El dolor es el síntoma principal en las personas con OA, pero la dificultad para realizar actividades, la rigidez de las articulaciones y los trastornos del estado de ánimo y del sueño, también son síntomas comunes referidos por los pacientes.

EPIDEMIOLOGIA

La OA afecta a 630 millones de personas en el mundo, un 15% de la población del planeta. Alrededor de un 30% de las consultas médicas son por artrosis.

Es una enfermedad de distribución mundial. Existen diferencias étnicas y raciales en cuanto a su aparición, que pueden ser debidas a factores genéticos y/o estilos de vida.

En general, la mayor prevalencia de OA se observa en la columna cervical, la columna lumbar y las articulaciones inter-falángicas distales (IFD).

La incidencia de OA aumenta con la edad, pero puede presentarse en adultos jóvenes. Las mujeres, después de los 50 años, suelen estar más afectadas que los hombres. El ratio mujer:hombre para OA de cadera, rodilla y mano es aproximadamente 2:1.

FACTORES ETIOLÓGICOS

EDAD: La edad es el mayor factor de riesgo para desarrollar OA, sin embargo existen casos en que las personas mayores no sufren de ésta. La artrosis puede comenzar en el adulto joven, pero en éstos suele mediar un daño articular previo.

CAMBIOS EN CONDROCITOS: La función principal de los condrocitos es mantener la homeostasis del cartílago, a través de la producción de componentes de la matriz extracelular. Con la edad, los condrocitos manifiestan fenotipos de senescencia y disminuyen su número, alterando el mantenimiento de dicha matriz.

HERENCIA: Las personas que nacen con alteraciones estructurales (como escoliosis) son más propensos a desarrollar OA. Otros trastornos, como la enfermedad de Paget, la hiperlaxitud articular o las displasias óseas contribuyen al desarrollo de OA en las articulaciones afectadas.

OBESIDAD: El aumento del peso corporal está en clara asociación con la OA, sobre todo de rodilla. El aumento de la presión sobre las articulaciones, y la inflamación crónica mediada por la presencia aumentada del tejido graso, producen daño articular.

DAÑO O SOBREUSO ARTICULAR: Los atletas y trabajadores que realizan movimientos repetitivos, así como personas con  lesiones de los tejidos blandos (ligamentos cruzados, meniscos de la rodilla), fracturas o cirugías previas, pueden desarrollar OA.

MENOPAUSIA: La OA afecta más a mujeres que a hombres, aumentando su prevalencia, incidencia y gravedad después de la menopausia. Algunos estudios sugieren que la disminución de estrógenos incrementa el riesgo de sufrir OA.

FACTORES GENÉTICOS: La genética parece contribuir hasta en un 30% al desarrollo de OA. Se han encontrado locis predisponentes, pero aún esta es un área en desarrollo.

CÉLULAS MADRE MESENQUIMALES: Las células madre mesenquimales (CMM) son las encargadas de la reparación de tejidos y pueden encontrarse en reservorios generales, como la médula ósea. Existen diversos trabajos sobre la OA que demuestran que las CMM tienen una función alterada, en cuanto a movilidad celular y producción de componentes de la matriz extracelular (sobre todo, colágeno).

CLASIFICACIÓN

La artrosis puede ser PRIMARIA o idiopática, ó SECUNDARIA, si se asocia a una enfermedad sistémica o a una lesión traumática, generalmente, microtraumatismos de repetición. Hasta hoy se utiliza la clasificación del Colegio Americano de Reumatología (ACR) de 1986.

Se han descrito distintas clasificaciones de la OA primaria. Entre las clasificaciones propuestas más recientemente destaca una clasificación de la OA en 3 subgrupos de acuerdo a los mecanismos fisiopatológicos responsables: genéticamente determinada (tipo l), posmenopáusica o tipo II y ligada al envejecimiento o tipo III.

Por otro lado, dada su heterogeneidad se han descrito múltiples fenotipos, que incluirían el relacionado con la edad, el metabólico, el hormonal, el inflamatorio y el biomecánico.

CLÍNICA

Las manifestaciones clínicas varían según que el fenotipo radiológico sea atrófico (predomina el pinzamiento articular) o hipertrófico (predominan los osteofitos).

Los síntomas principales de la OA son dolor, rigidez, sensación de hinchazón articular  y limitación de la movilidad.

El dolor es el síntoma principal y suele preceder a los hallazgos de la radiografía Normalmente, es de características mecánicas,  es decir, empeora con el movimiento y alivia con el reposo.

En las etapas iniciales puede presentarse como episodios agudos  de intensidad leve a moderada, desencadenados por estímulos  de carga o el uso de la articulación.  En las fases de más tiempo de evolución, el dolor se hace continuo, incluso puede aparecer en el descanso nocturno, con  exacerbaciones muy intensas, y gran discapacidad.  Según la articulación afectada, variará la localización y la irradiación del dolor.

DIAGNÓSTICO DE ARTROSIS PERIFÉRICA

El diagnóstico de la OA es eminentemente clínico, siendo la anamnesis y la exploración física las bases principales, sobre todo cuando la presentación es típica y afecta al grupo de edad en riesgo (> 40 años).

Esto se debe a que existe escasa correlación entre los cambios estructurales radiológicos y la sintomatología. Sin embargo, las técnicas de imagen y en especial la radiología simple suelen constituir el diagnóstico de confirmación, siendo especialmente importantes para el diagnóstico diferencial en los casos atípicos.

ANAMNESIS: La base de la anamnesis es evaluar las características del dolor y los factores del riesgo ( edad, obesidad, enfermedades metabólicas, actividad física)

  • Dolor articular desencadenado por esfuerzo
  • Dolor que diminuye con reposo
  • Inicio insidioso, curso intermitente
  • Mono u oligoarticular
  • Dolor nocturno (en OA grave)
  • Rigidez articular → Corta duración (< 30 minutos), matutina y tras inactividad
  • Sensación de tumefacción → Sinovitis y/o deformidad

EXAMEN FÍSICO: Dirigido a evaluar hallazgos típicos de la enfermedad

  • Engrosamiento óseo
  • Sinovitis/bursitis
  • Deformidad/crecimiento óseo
  • Atrofia muscular
  • Dolor en interlínea/periarticular
  • Derrame articular
  • Crujidos
  • Disminución del rango de movilidad
  • Debilidad muscular
  • Inestabilidad

PRUEBAS COMPLEMENTARIAS 

Radiología convencional (RX)

La radiografía simple es la técnica recomendada para la valoración inicial. Permite confirmar el diagnóstico, establecer la gravedad de la enfermedad y controlar la progresión.

Ecografía

La ecografía tiene ventajas sobre la Rx, al permitir evaluar los tejidos blandos de la articulación, como lesiones de cartílago, ligamentos, bursas o meniscos y la protrusión meniscal, sinovitis o el derrame articular, pudiendo cuantificar la actividad Doppler sinovial (inflamación).

Resonancia magnética (RM)

La RM permite evaluar todas las estructuras de la articulación y establecer el diagnóstico precoz de la OA en la fase pre-radiológica, aunque su coste elevado.

Pruebas de laboratorio

Exámenes de sangre: No es necesario realizar estudios analíticos de rutina, sólo se realizan cuando exista un componente inflamatorio y síntomas o signos que hagan sospechar la existencia de una enfermedad sistémica.

Líquido sinovial: En los pacientes con derrame sinovial es recomendable realizar una artrocentesis para estudiar el líquido sinovial, especialnente, si el cuadro clínico no es típico o se sospecha la existencia de cristales. En la OA, el líquido sinovial es de tipo “mecánico”.

BIBLIOGRAFIA

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  2. Warner SC, Valdes AM. Genetic association studies in osteoarthritis: is it fairytale?. Curr Opin Rheumatol. 2017;29(1):103-109. doi:10.1097/BOR.0000000000000352
  3. Zhang W, Doherty M, Leeb BF, et al. EULAR evidence-based recommendations for the diagnosis of hand osteoarthritis: report of a task force of ESCISIT. Ann Rheum Dis. 2009;68(1):8-17. doi:10.1136/ard.2007.084772